Las heladas nocturnas en la cumbre de Gran Canaria durante la semana pasada afectaron sobremanera a las cosechas de muchos agricultores, que han perdido una cantidad importante de kilos de papas, lechugas y otras verduras y hortalizas, que se les han quemado literalmente con el hielo de la escarcha.
El daño de los terrenos ha sido fundamentalmente en las zonas de cumbre, aunque también afectó a las medianías altas. Por el centro, desde El Madroñal, último barrio de Santa Brígida que linda con San Mateo, hasta la cumbre de Tejeda, pasando por Las Lagunetas.
"La parte alta del norte, Fontanales en Moya y toda esa zona ha sido un desastre, al igual que los Altos de Gáldar. También la parte alta de Teror, Valleseco y Artenara. Por allí el hielo se extremó mucho e hizo daño a las cosechas de papas, lechugas y demás. Eso es como si le pasaras un soplete por encima de la planta, el hielo la quema", señala Juan Hernández, secretario insular de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos(COAG) en Gran Canaria.
"Se han perdido cosechas que todavía faltaba un par de meses para cogerse o que estaban ahora empezando a nacer. Todo eso lo arrancó todo. Las pérdidas pueden ser cuantiosas por culpa de la escarcha y el hielo", añade". La escarcha es el rocío o vapor de agua condensado que se congela en la superficie de la tierra y de las plantas expuestas al enfriamiento nocturno o de primera hora de la mañana, cuando hace más frío en invierno.
En otros pagos altos de San Mateo, como La Lechuza, La Lechucilla o Aríñez, la escarcha incidió en unas cuantas fincas. Pepe Déniz, en La Solana de Utiaca, fue uno de los afectados, aunque los daños no fueron generales ni cuantiosos.
Marcos, por su parte, cuenta que a él le afectó menos porque no plantó papas, como al hijo de Pimpina. "Yo planté ñames y por eso no quedé tan afectado. Los que plantaron papas sí que se vieron más perjudicados en sus cosechas porque se les quemaron casi todas".
Sergio, un agricultor de La Solana, también escapó loco porque la escarcha afectó a otros pagos más altos. "A mí apenas me perjudicó, pero sé de agricultores que sí tuvieron pérdidas por culpa de las heladas nocturnas".
Pancho Nuez, de 53 años de La Lagunetas. "Mira cómo están las papas todas quemadas, ¿las ves? Se nota todo el cultivo quemado". Nuez tiene arrendado el terreno. "Aquí la agricultura la gente no la quiera trabajar ya. Todo lo traen de afuera y esto da pérdidas hoy. Este cercado se lleva veinte sacos de papas. ¿Tú crees que este dé 2.000 kilos de papas? Cuando sale la foto bonita es a primera hora porque está todo cubierto por una capa. Ya a mediodía se va todo el hielo con el sol porque la temperatura sube y derrite el manto blanco".
El aire del este, cuando viene frío, es como un granizo cuajado. "¿Usted no ve el aire frío? Ese viene del Sahara. Cuando viene el aire es más frío. La cola de la borrasca es lo que deja aquí ese frío tan grande, tan gélido. En esta zona se cuaja más el frío y sale el carámbano porque no le da el aire". El carámbano es el trozo de hielo largo y acabado en punta que se forma cuando se congela el agua que cae de un lugar alto.
El terreno que cultiva le suele dar 1.500 o 2.000 kilos de papas pero a veces puede llegar a los 6.000 kilos, pero con este tiempo se le ha fastidiado la cosecha. Por la noche de estos días pasados se ha llegado hasta los cero grados y la escarcha ha hecho estragos.
La mayoría de las casas que están alrededor eran alpendres para animales. "Poco a poco se han ido edificando para gente que viene los fines de semana porque el campo ya no es atractivo para la gente joven. Es muy sacrificado y apenas se saca dinero para vivir. Más bien para subsistir. Ahora mismo se está llenando todo esto de gente de afuera, de italianos sobre todo, y gente buscando casa porque se han puesto caros los alquileres en otras zonas. La gente está reformando casas".
Y algo de pan bizcochado
Hay casas que no se están usando y han estado algo abandonadas porque han dejado de vivir en ellas a diario. "Aquí vienen las agencias inmobiliarias todas las semanas a enseñar y vender casas. Como aquella de allí por la que piden 120.000 euros, que tiene tres plantas y garaje. Todas terminadas".
En Las Lagunetas, a pocos metros de su terreno, está la fabrica de pan bizcochado Juan Mero. "Allí estuve yo trabajando treinta años. Ellos mismos hacen el pan fresco para bizcochar. No es que cojan los restos que sobran para bizcocharlos. Son tan buenos por el agua que hay aquí, que es muy pura, tiene mucho yodo. Es de mucha calidad".
En la zona denominada El Hoyo la escarcha es más intensa y quema la cosecha. "Es que a esas bajas temperaturas no llueve pero se crean heladas que son perjudiciales".
Hay hierba decolorada y seca. "Toda esa yerba amarilla", continúa, "está quemada, pero no por el sol, sino por el carámbano". Muy cerca de su casa y de los terrenos que cultiva se encuentra el castaño de Las Lagunetas, con más de 300 años de antigüedad.